El segundo volumen de los textos periodísticos de Mario Vargas Llosa, “El país de las mil caras. Escritos sobre el Perú”, que el Nobel peruano dedica a la historia, la política, la realidad social y la cultura de su país natal, se publicó este jueves 27 pasado, y se suma al volumen que salió en 2021 con el título “El fuego de la imaginación. Libros, escenarios, pantallas y museos”, que reunía sus artículos sobre todos los ámbitos de la cultura, y en especial la crítica literaria.
“El Perú es para mí una especie de enfermedad incurable y mi relación con él es intensa, áspera, llena de la violencia que caracteriza a la pasión”, asegura el autor nacido en Arequipa en 1936, que también tiene la nacionalidad española.
Las más de seis décadas de labor periodística de Mario Vargas Llosa están jalonadas de textos sobre la cultura, política, historia y realidad social de Perú que reúne este volumen cuya edición ha estado a cargo del escritor Carlos Granés.
“Éste es el Perú de Mario Vargas Llosa, el que recorrió, vivió y vio evolucionar social, cultural y políticamente. El país en el que se inspiró para escribir sus novelas, el que incubó sus demonios literarios y el que despertó su inconformismo y su curiosidad intelectual. Éste es el Perú en el que proyectó sus ilusiones y con el que se enfrascó en más de una escaramuza; la sociedad que quiso transformar desde la acción política y que finalmente ayudó a moldear desde el debate público”, destaca Granés en el prólogo.
Y avanza: “Es imposible analizar la obra de Vargas Llosa sin hablar del Perú y es imposible analizar al Perú de los últimos cincuenta o sesenta años sin hablar de Vargas Llosa”.
El prologuista considera que si como novelista Vargas Llosa “logró fijar una imagen del Perú que hoy es mundialmente reconocida -una imagen ficticia, mítica, que sin embargo resume de manera fiel los conflictos, dilemas, frustraciones y anhelos de la vida peruana-, como intelectual logró contagiar a la sociedad con sus preocupaciones, ideas, gustos y valores”.
Vargas Llosa se inició como periodista en 1952, con apenas quince años, al incursionar en la redacción de La Crónica, en Lima, y luego en La Industria de Piura, donde escribió sus primeras notas sobre literatura peruana. Seis años más tarde estaba a punto de terminar su carrera de Letras (con información de EFE e Infobae).