La Fiscalía presume que el ataque ocurrió por presuntos intereses económicos
Se le rompió el corazón a Mauricio Gúzman un comerciante de 51 años quien se enteró que sus tres hijos Luciano, Maximiliano y Mauricio Cuevas, contrataron un sicario colombiano para matarlo. El padre señaló que hubiera preferido morir antes de saber esa noticia.
Los hechos ocurrieron en Biobío, Chile el pasado 19 de julio, cerca a las 5 de la mañana cuando el comerciante recibió un disparo en la cabeza, teniendo que ser trasladado rápidamente al hospital.
Pasados dos meses de su recuperación, el papá se enteró mediante la confesión del sicario que sus hijos lo habían contratado y que le iban a pagar 3 millones de pesos para que acaben con su vida. Sin embargo, como logró sobrevivir solo le dieron la mitad de lo acordado.
«Cuando uno va a ver a alguien le da ánimos, pero como ya le habían contado lo que paso, él me dice mejor me hubiera «muerto» para no haber sabido lo que le había pasado. Para él, peor que lo que le hicieron, fue haber sabido quienes atentaron contra su vida».
Los tres hijos quienes ya se encuentran en prisión preventiva deberán afrontar cargos por los delitos de homicidio calificado en carácter frustrado y parricidio frustrado.