Henry Alanguía un joven de 20 años llenó de esperanzas y sueños, ha visto truncado su futuro tras recibir un disparo en el rostro de su compañero cuando se encontraba trabajando como personal de seguridad en la mina la Rinconada en Puno.
El hecho se remonta al pasado 28 de julio cuando Alanguía se encontraba en su caceta de seguridad junto a su compañero quien soltó un disparo y le dio en el rostro. Asustado, el agresor llevo rápidamente al hospital a Henry donde antes de llegar lo amenazó de arrojarlo al barranco si denunciaba lo que había pasado.
Debido a la gravedad de sus heridas Henry tuvo que ser trasladado al hospital Honorio Delgado donde ya ha pasado por dos operaciones. Aunque a habido un poco de mejora, el joven aún no puede hablar ni masticar bien.
Ahora necesita ser sometido una nueva operación, para que no pueda perder su ojo derecho, por lo que necesita juntar dinero, pero señala que nadie lo quiere contratar para trabajar. Además, explicó que el responsable del disparo aún se encuentra libre y no se hace cargo de lo que hizo.
«Nadie me quiere contratar porque tengo el rostro desfigurado. Aveces pienso en quitarme la vida porque soy un gasto para mí familia», dijo entre sollozos Henry.
Si desean apoyarlo pueden hacerlo mediante el número de Yape: 983299469.