De acuerdo con el análisis del exdecano del Colegio de Ingenieros de Puno, César Ramos Guerra, el aumento de la tarifa de agua potable afectará principalmente a ciudades como Arequipa o Trujillo, y en menor medida a ciudades como Juliaca (San Román).
Recordó que la población sanromina, en su gran mayoría, consume una o dos horas de agua potable al día, tras lo cual aprovecha el agua del subsuelo para sus necesidades, por lo que es previsible que el aumento en la tarifa de agua no sea “fatal” para ellos.
Agregó que en la sierra hay una necesidad mucho mayor de líquido que en la costa, pues mientras en las alturas se estima un consumo de agua potable de unos 120 litros por persona, en la costa se estima en 180 litros.
Respecto a la eventual privatización del servicio de agua potable, indicó que en años pasados, cuando el Estado intentó hacerlo, se encontró con que no existían postores interesados, puesto que la distribución de agua potable se ve más como un servicio social que como un negocio.
Por otro lado, indicó que lo más previsible es que en la costa el Gobierno tendrá que distribuir agua potable en cisternas o implementar otros sistemas si no quiere que la población más humilde se levante en su contra.
Agregó que para combatir la escasez de agua, el Gobierno Regional de Puno debe abocarse a construir pequeños reservorios y criticó que se lleven aguas de la cuenca del Titicaca hacia la selva, todo para la hidroeléctrica de San Gabán.
Dato:
La promesa de energía eléctrica más barata gracias a la hidroeléctrica de San Gabán jamás se cumplió y, por el contrario, hoy se paga mucho más
