¿Sabías qué un 31 de mayo pero de 1970, un terremoto en Ancash de 7.8 grados en la escala de Richter provocó que un enorme casquete glaciar del nevado Huascarán se desprendiera y, en casi tres minutos, sepultara con lodo y piedras a cerca de 80 mil personas en la ciudad de Yungay (Ancash)?
Todo empezó a las 3:23 de la tarde de aquel fatídico domingo. Una tarde de tranquilidad se convirtió en una de terror. El saldo del terremoto fue catastrófico: más de ochenta mil muertos, veinte mil desaparecidos y miles de heridos y damnificados.
Debido al desastre cada año, Perú conmemora la tragedia con simulacros nacionales que buscan preparar a la población para futuros desastres naturales, promoviendo una cultura de prevención sísmica.
Dos días después del terremoto, la selección peruana jugó contra Bulgaria en el Mundial de México. Los jugadores peruanos salieron al campo con brazaletes negros en memoria de las víctimas.
El 31 de mayo es uno de los días que nadie en el Perú debería olvidar. Este día segura cambio la forma en que enfrentamos los desastres naturales.
(Subido por MCTC)