Un nuevo conflicto por la dirigencia de una urbanización en la ciudad de Juliaca (San Román) revela la crisis de representación social que existe en esta parte de la región Puno. Así se evidenció en la víspera, nuevamente en la Plaza Mayor de la localidad.
Esta vez, el problema se suscita en el sector Espinal, ubicado en la salida a Arequipa, cuyos residentes están divididos en dos grupos que se acusan mutuamente de malos manejos y de intentar perpetuarse en el poder.
Wálter Quispe Mamani, presidente del Comité de Gestión de Pistas y Veredas y presidente del barrio por varios años, es señalado por algunos vecinos de intentar enquistarse en el cargo y de realizar malos manejos financieros, obligando a los vecinos a pagar cuotas para ser beneficiarios de obras.
Por otro lado, el presidente electo, Flavio Velarde Vilca, es acusado por otro grupo de vecinos de querer aprovecharse de la gestión de las obras que actualmente se ejecutan en la urbanización. Esta situación fue llevada, como protesta pública, a la Plaza Mayor de Juliaca.
Cabe indicar que el pasado martes varios pobladores defendieron a Wálter Quispe Mamani, y que ayer hicieron lo propio otros vecinos, pero a favor de Flavio Velarde Vilca.
Debe señalarse, en este marco, que este conflicto no es un caso aislado en Juliaca, pues hace poco se registró una situación similar en la urbanización San Santiago, ubicada en el cono este de la ciudad, en torno a la legitimidad y legalidad de la dirigente Delia Coaquira.
ALGO MÁS.
Algo semejante pasa en la dirigencia central de las Cuatro Zonas, pues su presidenta electa fue desconocida y reemplazada por una junta transitoria.
